Donostia apuesta por la movilidad sostenible

Fecha: abril 24, 2018

El primer autocar Dbus 100% eléctrico circula ya en fase de pruebas por la ciudad.

Se trata del primer autobús articulado 100% eléctrico de Dbus, el modelo ‘ie tram’ fabricado por Irizar y que durante estos días y las próximas semanas se moverá por Donostia en fase de pruebas sin pasajeros. Será en junio cuando el vehículo estará preparado para ser probado durante seis meses en el tránsito real como un vehículo más de la línea 28-Amara-Hospitales y sacar así conclusiones que permitan planificar su futura electrificación completa.

Sus 18 metros de largo, su elegante color negro con trazas grises, las amplias cristaleras, el silencio con el que avanza y su estética ondulada que imita a los tranvías más vanguardistas, no pueden pasar desapercibidos. El interior tampoco deja indiferente. En lo que respecta a los elementos para la conducción, llaman la atención sus espejos retrovisores. Aunque habría que redefinir este concepto, porque en realidad son pantallas verticales que emiten lo que dos cámaras digitales -una a cada lado del frontal del autobús- captan. Mirando hacia el fondo nos encontramos con un autobús donde llama la atención su luminosidad. Sus grandes y variadas ventanas, que abarcan gran parte de los laterales del vehículo, permiten la entrada de luz natural así como la posibilidad de contemplar unas amplias vistas panorámicas.

La distribución interior recuerda a la de los vagones de tren o metro, con menos asientos y una distribución diferente de los mismos para conseguir un espacio más diáfano. Cada asiento cuenta con un puerto USB para poder conectar dispositivos electrónicos. El muelle central que conecta las dos unidades del ‘ie tram’ -y que es translúcido- también cuenta con unos elementos para que los pasajeros puedan apoyarse. Por su parte, las puertas de salida se abren accionando un botón. Su capacidad total es de 150 pasajeros.

Y como cualquier otro vehículo eléctrico, cuando está en marcha lo que reina es el silencio. El único ruido que percibirá el pasajero y el ciudadano en la calle será el del rozamiento del autobús con el asfalto. Sin olvidar la reducción de emisiones. Este tipo de autobús permitirá el ahorro anual de 120 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera.

 

Carga por microciclos

El autobús tiene una autonomía de aproximadamente 50 kilómetros, no obstante, la batería que usa está pensada para ser recargada cada 10 kilómetros. «Lo ideal es mantenerla entre un 45 y un 85% de su capacidad y hacer microciclos de carga unas 20 veces al día, así como una carga lenta en cocheras por la noche de unas tres horas para cuidar su estado de salud y balancear las celdas», apunta el director gerente de Irizar.

Las microcargas o cargas de oportunidad durante el recorrido se realizarán en la parada cabecera de la línea 28 en Miramon. El autobús dispone de un pantógrafo que se despliega desde el techo y que conectará con el poste para cargar su batería en aproximadamente de 5-6 minutos. Las obras para instalar la infraestructura de carga en Miramon arrancaron la semana pasada y terminarán, previsiblemente, a finales de mayo.

Los tres autobuses 100% eléctricos de los que ahora dispone Dbus, el modelo ‘i2e’ de Irizar de 12 metros, hacen una carga lenta durante toda la noche en cocheras para poder operar entre 14 y 15 horas. «Pero esa hora de diferencia es crítica, porque supone la diferencia entre hacer o no toda una jornada completa. Con el ‘ie tram’ esa criticidad desaparece», señala Olabegogeaskoetxea.

 

Conclusiones para el futuro

El ‘ie tram’ circulará como parte de la flota de Dbus durante seis meses, arrancando este próximo mes de junio. «Será una experiencia piloto que permitirá obtener datos reales sobre el consumo energético de la línea 28 y así dimensionar correctamente todo los elementos necesarios, para electrificar toda la línea, como saber cuántos autobuses necesitaremos, cuántas estaciones de carga, etc.», señala Igor González, director gerente de Dbus. Por su parte, a Irizar esto le permitirá probar su nuevo autobús en un entorno real y diario con pasajeros y distintos conductores. «Ganamos los dos», añade Olabegogeaskoetxea.

La elección de la línea 28 no ha sido algo al azar. «La electrificación tiene un coste importante y hay que buscar un equilibrio económico y que el servicio que se preste sea el más alto posible», apunta González. En este sentido añade que «si con cuatro postes de carga consigues que un tercio de los viajeros -los que aglutina la 28- vayan en sistemas eléctricos la inversión compensa». Siguiendo este razonamiento, apunta a las líneas 5-Benta Berri y 13-Altza como las «potencialmente electrificables» en el futuro.

Para la concejala de Movilidad, Pilar Arana, este primer test «sitúa a la ciudad y al territorio en la vanguardia mundial del transporte eléctrico» y recuerda que el gobierno municipal «tiene clara su apuesta por la movilidad eléctrica en todas sus modalidades».

Mientras dure la experiencia, el ‘ie tram’ de la línea 28 estará en servicio solo de lunes a viernes. «Los fines de semana no porque hay muy pocos autobuses que llegan hasta Miramon», matiza González.

Fuente: DiarioVasco.